Los votos y el amor del pueblo son de Cristina
Por Víctor Ego Ducrot (*) | La arrasadora victoria del FpV en todo el país y el histórico triunfo de Scioli en la provincia se explican desde la consagración del portentoso liderazgo que construyó la presidenta.Las cifras hablan de una jornada que marcó nuevos tiempos, de un punto de inflexión y de un cambio de época para los argentinos, a quienes se nos abre un período de grandes desafíos, para profundizar el programa de transformaciones ciudadanas y sociales iniciado en 2003. Sin lugar a dudas, ese fue el mandato de las urnas.
El triunfo histórico de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien renovó mandato con la mayor cantidad de votos desde 1983 (casi el 54 %), la también histórica reelección de Daniel Scioli como gobernador de la provincia de Buenos Aires, con cerca del 56 % y acompañado esta vez por Gabriel Mariotto; los resultados en el Congreso Nacional y en la Legislatura de la provincia, como así también el aluvión de voluntades que cosechó el FpV en casi todos los distritos del país (Capital Federal, Córdoba, Santa Fe y Mendoza también quedaron para el oficialismo), sólo pueden ser explicables en clave de una palabra que ayer atronó desde temprano entre las multitudes que tomaron la Plaza de Mayo y otras calles a lo largo y a lo ancho del territorio nacional: Cristinazo.
Y el primero en reconocer ese carácter fue el propio Scioli, cuando un rato después del cierre de los comicios, rodeado por su esposa y por Mariotto, dijo en La Plata que las transformaciones inclusivas, ciudadanas y sociales, que logró su gobierno “se fundan en el proyecto que conduce Cristina, en su valor y firmeza”.
Por su parte, el vicegobernador electo señaló en ese mismo acto que la alegría del pueblo de la provincia y de la Nación es fruto de “la presidenta coraje”. Horas antes de las elecciones, Mariotto había sido muy explícito en la interpretación del resultado de la urnas que se avecinaba. “Los votos y el amor del pueblo son de Cristina”, dijo entonces el actual titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) y compañero de fórmula de Daniel Scioli.
Las urnas contestaron con una bofetada a la oposición, dejando a casi todos su representantes en la Nación y en la provincia como meras referencias testimoniales. También arrasaron con las campañas difamatorias e intrigantes desplegadas por los medios de comunicación hegemónicos, y por otros que responden a esos mismos lineamientos editoriales.
Durante semanas, y a nivel provincial, casi todas las coberturas periodísticas opositoras al modelo que lidera Cristina habían insistido sobre las diferencias y disputas entre Sicoli y Mariotto. Anoche, las palabras del gobernador reelecto y las de Mariotto fueron claras, y sobre todo representaron el sentido del voto bonaerense. “No habrá operación mediática que pueda con el proyecto nacional”, lanzó el futuro vicegobernador, tras trazar un paralelo entre las políticas del peronismo fundador y las actuales, primero de Néstor Kirchner y ahora de Cristina.
Varias preguntas quedan flotando en el aire, después del llamado que hiciera Cristina, sobre la medianoche y desde la Plaza de Mayo, en defensa “de la patria, del modelo, y, sobre todo, de la unidad de los argentinos”. ¿Qué rumbo tomarán las distintas vertientes de la oposición?
¿Leerán los profundos cambios culturales que se registran en el país, para adecuarse a una práctica política republicana, o seguirán por el camino del dislate y la irresponsabilidad que los llevó a la implosión del 23 de octubre?
¿O acaso habrá tenido razón el politólogo Ernesto Laclau, cuando días antes de los comicios, en una disertación en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, dijo que quizá sea el propio proyecto kirchnerista el que también deba fundar una nueva oposición?.
(*) Docente, periodista y director de AGEPEBA.
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